Historia de Zacatecas

La heroica ciudad de Zacatecas, es la ciudad capital del estado mexicano de Zacatecas, fundada el 8 de septiembre de 1546 a partir del descubrimiento de las ricas minas de plata por Juan de Tolosa. En 1548 se le da por nombre Real de Minas de Nuestra Señora de los Zacatecas. Su riqueza mineral dio fuertes ingresos a la Corona Española, lo que hizo posible que recibiera el título de Ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas. Es sede episcopal católica de la Diócesis de Zacatecas, y con la vecina ciudad de Guadalupe forma una Zona metropolitana. 





Zacatecas ostenta los títulos de Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Zacatecas, otorgado por el rey Felipe II de España el día 20 de junio de 1588 en San Lorenzo de El Escorial, Madrid. Gracias a su posición estratégica y a los beneficios de su extracción de plata, la ciudad llegó a ser considerada la segunda ciudad más importante de la Nueva España. A principios del siglo XX, la ciudad fue escenario de la que se considera la batalla más importante de la Revolución mexicana: la toma de Zacatecas, librada el 23 de junio de 1914, cuando las fuerzas de Francisco Villa tomaron la ciudad en un día combatiendo contra el ejército de Victoriano Huerta y en buena medida definieron el destino del país. 

La ciudad se quedó tras la Revolución con la mitad de los habitantes que tenía; el censo de población de 1910 indicaba que había 25,900; el siguiente, de 1920, señalaba que se tenían 15,462, aunado también al declive de la minería, el despoblamiento de la ciudad fue más notorio.6​7​ El 23 de junio de 2010 fue nombrada Ciudad Heroica por la LX Legislatura del Poder Legislativo del Estado de Zacatecas, y el Ayuntamiento publicó el bando solemne el 10 de noviembre de ese mismo año.



Su centro histórico de reconoce por su preservación y conservación de edificios históricos y, gracias a su patrimonio histórico, sus tradiciones y fiestas la convierten con gran contenido turístico. En 1993, su centro histórico fue nombrado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debido a su traza urbana, riqueza arquitectónica y su historia. Sus monumentos representativos son la Catedral de Zacatecas, considerada uno de los tesoros coloniales más valiosos del país, por su trabajo arquitectónico en cantera labrada, cuyo colorido exterior cambia del rosa pálido al naranja quemado, según la posición del sol;​ el Teatro Calderón, el Portal de Rosales, el cerro de la Bufa y una amplia gama de museos, y Zacatecas se considera, después de la Ciudad de México, la segunda ciudad con más museos del país, de los cuales destacan el Museo Manuel Felguérez, de arte abstracto, por ser el único de su tipo en América Latina,​ y el Museo Rafael Coronel, por contar con la mayor colección de máscaras en el mundo.








Época precolombina

Las diversas tribus chichimecas que habitaban en el territorio zacatecano fueron los caxcanes, guachichiles, guamares irritilas, huicholes, tecuexes, teules, tepehuanes, coras y zacatecas. Esta última tribu fue una de las más importantes y de ella derivó el nombre de la capital y del estado. Los caxcanes ocuparon gran parte de lo que hoy es Jalisco y Zacatecas.

Periodo Colonial

Después de la Guerra del Mixtón que libraron los caxcanes con españoles en 1541, algunos soldados hispanos se dedicaron a buscar riqueza en el norte, entre ellos, Juan de Tolosa, quien guiado por un indígena llegaría hasta lo que hoy es Zacatecas; su fundación se asume que ocurrió el 8 de septiembre de 1546. Juan de Tolosa encabezaba a los pioneros europeos entre quienes además figuraban Baltazar Treviño de Bañuelos, Cristóbal de Oñate y Diego de Ibarra. Sin embargo suele considerarse que el hecho ocurrió en 1548.

La riqueza de las minas impulsó un rápido crecimiento sin seguir los cánones urbanos renacentistas en buena medida por la complicada topografía local; En 1585 recibió el título de "Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora de Zacatecas" por parte del Rey de España Felipe II, mismo que en 1588 le dotó de su escudo de armas.

Además de la riqueza y del aumento progresivo de la población, otro elemento se sumó para que llegara a ser considerada como la segunda ciudad más importante de Nueva España: el establecimiento de órdenes religiosas entre las que se destacó la franciscana. Zacatecas se convirtió así en uno de los principales centros de operaciones misionales novohispanas. En la ciudad se asentaron las más diversas órdenes religiosas que fundaron templos y conventos, además de servir de base, junto con la localidad de Guadalupe, a la evangelización del norte del Virreinato de la Nueva España

Siglo XIX
Cuando inició la guerra de Independencia, Zacatecas intervino, representada por personajes connotados como Víctor Rosales y José María Cos. El 21 de septiembre de 1810, día en que Hidalgo entró a Celaya, circuló en Zacatecas la primera noticia del movimiento. Después de diez años de lucha, y tras firmarse los Tratados de Córdoba, las autoridades de la ciudad juraron allí mismo la Independencia el 5 de julio de 1821. A dos años de la consumación de la independencia, la ciudad ascendió al estatus de capital del estado.

Siglo XX
La ciudad de Zacatecas hizo historia en la Revolución mexicana con la toma de Zacatecas, importante batalla librada el 23 de junio de 1914, cuando Francisco Villa y su tropa, conocida como Los Dorados, entre ellos Felipe Ángeles y Pánfilo Natera, la tomaron en un día combatiendo contra el ejército de Victoriano Huerta, al que diezmaron por completo, en uno de los hechos más sangrientos de la Revolución. Con esta histórica batalla se definió en buena medida el destino del país.



Toma de Zacatecas


Durante la Revolución mexicana, Zacatecas protagonizó una de las grandes batallas más decisivas de la historia Nacional, la Toma de Zacatecas en junio de 1914 triunfaron las fuerzas revolucionarias sobre el huertismo. Solo por este hecho la ciudad mereció el título honorario de “Heroica Ciudad”.

El triunfo de Zacatecas marcó, como se sabe, el destino de la revolución, pero señaló también el principio del fin de la convergencia entre los revolucionarios. En el momento de la ruptura, los zacatecanos se vieron en la necesidad de elegir: algunos se sumaron tempranamente al carrancismo, como Roque y Enrique Estrada; otros, como Pánfilo Natera, participaron en la Convención de Aguascalientes y siguieron después aliados al villismo, hasta ser derrotados por las fuerzas de Carranza y ceñirse a su proyecto. Algunos más, como Santos Bañuelos y Tomás Domínguez, se mantuvieron fieles a Villa y fueron combatidos como bandoleros por las nuevas autoridades de la entidad. El triunfo definitivo del carrancismo en Zacatecas estuvo marcado por la llegada de Enrique Estrada a la gubernatura estatal.


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